24 sept 2015

Apátrida como Trueba

Al recoger el Premio Nacional de Cinematografía, el director Fernando Trueba dejó mudos a todos, incluido al Ministro de Cultura, al afirmar que nunca se ha sentido español, ni cinco minutos. Sus palabras resonaron incomprensibles, como si las hubiera dicho en chino, en medio del insoportable furor patriótico de la Campaña de Catalunya. Pero qué bien le entendemos los castellano-manchegos. El otro día, un buen amigo andaluz se esforzó tanto en halagarnos que gritó alborozado: «Viva Castilla-la Mancha». Se creó un bovino silencio. Ninguno de nosotros, castellano-manchegos, había emitido nunca ese vítor. ¿Qué demonios es ser castellano-manchego?

19 sept 2015

Leyendas que sostienen piedras

Se da por hecho que el patrimonio monumental se compone de piedras, sillares y tejas. El turismo contradice esta creencia. Las piedras importan poco si no hay detrás una leyenda. Son las leyendas la que sostienen el patrimonio, no el patrimonio el que sostiene las leyendas. Hay castillos que conservan su estructura casi completa y siguen siendo invisibles y hay otros, como el de Polop de la Marina, del que no queda prácticamente nada excepto el aljibe. Su castillo fue desmontado, hundido y terminó siendo cementerio. Pero a la vuelta de los siglos convoca al turismo desde la memoria de lo que fue.

11 sept 2015

Reencuentro

He oído muchas veces que el Recinto Ferial está desaprovechado, que es un derroche mantener un edificio solo para diez días al año, que habría que buscarle alternativas. Pero todos los proyectos que han intentado ampliar su utilidad han resultado efímeros cuando no fallidos. Desde 1783 el Recinto Ferial ha hecho honor exlusivo a su nombre. Por eso repetía tanto Juan José García Carbonell que Albacete quiere tanto a su Feria que le ha puesto casa. Y ese desajuste entre la intensidad de unos días y el vacío del resto del año acaba creando un fenómeno psicológico exclusivo de los albaceteños, los únicos que experimentamos esta singularidad.

6 sept 2015

Manolo Castillejos

Manolo Castillejos, a la izquierda
Manuel Castillejos Sielva fue uno de los artífices de que el voleibol femenino albaceteño viviera un periodo prodigioso. Entrenó al equipo que ganó la liga y la copa de España en la temporada 1995-96. Y siguió entrenando. En 2013 aún ganó el campeonato regional con los infantiles. En agosto de 2014 se lo llevó «una dura enfermedad». Ayer el voleibol albaceteño le rendía un merecido homenaje. Me enteré de su muerte con un año de retraso, al leer la noticia. Y duele.